El día se termina en una habitación donde hace mucho que no
dormía, estoy rodeada de cosas propias y no propias, la gran mayoría de ellas
sirven en un 20%. En realidad tiene el aspecto de una bodega. Enciendo el
televisor después de tres meses y me encuentro con que la ciudad en la que viví
esta hecha un caos y entiendo el miedo de aquella decisión; no obstante sólo
tengo recuerdos hermosos. Miro mis libros y mis películas y selecciono a Warren
(siempre es así cuando a mi alrededor siento algo extraño), al mismo tiempo un
mensaje de una de mis mejores amigas dice “i mss u” y otra de mis mejores
amigas me dice…”así dice mi pierna…” y entiendo perfecto el mensaje.
Si lloro, lloro por la impotencia, lloro por la cobardía,
por el abuso y por la violencia pero también lloro porque lucho y lucho y
siento que no sé a dónde voy. Lloro también porque los siento lejos a pesar de
estar cerca y lloro porque estando lejos me hace sentir que está cerca.