domingo, 30 de diciembre de 2012

Guía para la Desdicha



Reprinted from FMOnline

Para ciertas personas ser infeliz es mucho más fácil que ser feliz. Pueden incluso volverse muy desdichadas cuando luchan por su felicidad. Cuando en general fallan los esfuerzos para conseguir la felicidad, las bofetadas repetidas que llevan les causarán decepción y desesperanza. Si es Usted una persona así, me gustaría sugerirle que la persecución de la desdicha pudiera ser una alternativa mejor para Usted. Al menos subirá su auto-confianza, porque por fin estará haciendo algo en lo que es bueno. Como profesional de la salud tengo el placer de ofrecerle unas cuantas recomendaciones que le ayudarán en su búsqueda, para ser un competente buscador de desgracia.

Mis recomendaciones se basan parcialmente en el libro The Situation is Hopeless, But Not Serious: The Pursuit of Unhappiness(La Situación es Desesperante, Pero no Seria. Perseguir la Infelicidad) de Paul Watzlawick. A veces regalo esta Guía para la Desdicha a conocidos que se casan. El día que se casan los jóvenes suelen estar completamente en las nubes. Mi regalo les trae de vuelta a la tierra. Mis amigos se alegran de tener amigos como yo.

En la playaAntes de dar mis recomendaciones, examinaré si es Ud. capaz de ser buscador de desgracias. Tómese por favor unos minutes para el siguiente ejercicio.

Siéntese en una silla cómoda, cierre los ojos y relájese...  Ahora imagine que está tranquilamente acostado en la playa...  Hace un día precioso y caliente. Está confortablemente instalado y se siente completamente relajado... De vez en cuando viene una brisita refrescante. Después todo está otra vez tranquilo... Cuando abre un poco los ojos ve una mancha en el horizonte... Es un barco pequeño. La mancha desaparece momentáneamente, pero luego reaparece. Vuelva a cerrar los ojos y siéntase caliente, tranquilo, y relajado.... Sienta una calor confortable en sus manos, brazos, pies, piernas, y cuerpo.... Está acostado, a gusto, en la playa caliente. Todo está en calma...
Está completamente relajado y tranquilo, relajado y silencioso... Ahora puntúe este ejercicio de 1 a 5. Ponga un 5 si no tiene problema ninguno para hacer el ejercicio. Cuando complete el ejercicio, intente olvidarse de los sentimientos que le fueron surgiendo. Una vez tenga la mente en blanco puede continuar con el segundo ejercicio.

Zapatos que aprietanPor favor, vuelva a cerrar los ojos. Ahora dirija la atención a sus pies y a sus zapatos.
Piense en lo molesto que es llevar zapatos... Sus zapatos no son de la talla correcta.
Pellizcan a un lado y son demasiado amplios al otro... Piense lo mejor posible en sus pies...
Intente descubrir toda clase de sentimientos inconfortables. La temperatura de sus pies no es la correcta... Tienen demasiado calor, demasiado frío, pican, o duelen. Sus dedos están doblados y no tienen bastante espacio para moverse... Es muy desagradable llevar zapatos... En realidad preferiría quitarlos... Ahora puntúe también este ejercicio de 1 a 5. Ponga un 5 si no tiene problema ninguno para hacer el ejercicio. Quizás tuvo más éxito para hacer este ejercicio que con el de la playa. En este caso es Usted capaz de utilizar sus pensamientos para evocar sentimientos desagradables. Si es así, hay una buena razón para ser optimista: tiene lo que se necesita para volverse buscador competente de desdicha.

Diez recomendacionesPara ser realmente un buscador competente de la desdicha tiene que practicar. Si quiere ser un profesional, tome buena nota de las 10 siguientes recomendaciones:

1. dígase cada día que tiene un desorden incurable;
2. junte todas las posibles pruebas para demostrarse que no va bien;
3. siga buscando un especialista médico para confirmarle la base hereditaria de su desorden;
4. preste especial atención a cualquier señal desagradable de su cuerpo;
5. realícese que nada puede volver su sufrimiento soportable;
6. cuéntele a al menos una persona al día la carga de su sufrimiento;
7. haga siempre lo que debe hacer en vez de lo que le apetecería hacer;
8. evite las personas que dicen que debe aprender a manejar su condición;
9. no contemple las posibilidades que podrían mejorar su vida.
10. no escuche a los pacientes que dicen haberse recuperado; sin duda tenían otro desorden que el que tiene Ud.

Lea, una y otra vez, estas recomendaciones hasta que se acuerde de todos. No gaste en vano energía para perseguir la felicidad, porque se llevará una desilusión tras otra. En vez de ello, Ud. seguirá orgullosamente luchando por conseguir la desgracia.

Luchar por conseguir lo mejor
Me gustaría añadir dos últimos consejos.

En primer lugar, incluso un avanzado experto en la desgracia tiene que reconocer que la felicidad siempre está detrás de la esquina, simplemente esperando para atacar. Quizás, un día Ud. se siente determinado a ser feliz. Entonces mi consejo es sencillamente subir el listón de felicidad hasta un nivel tan sumamente alto, que le será imposible alcanzarlo.
Quizás son incluso más amenazadores las personas en su alrededor que dan la impresión que le quieren o a las que gusta. Si esto es el caso, ¡tenga cuidado y sea inteligente! cuénteles inmediatamente que quererle es tan inútil como llevar agua al océano.

Seguir correctamente esta Guía para la Desdicha es una clave para vivir una vida desdichada. Tome nota por favor que el autor no se hace responsable de cualquier sentimiento de felicidad que Ud. ocasionalmente podría llegar a experimentar. Si esto ocurre, tiene que darse cuenta que son sus propios pensamientos los que han provocado este sentimiento.

LiteraturaPaul Watzlawick. The Situation is Hopeless, But Not Serious. The Pursuit of Unhappiness. New York : W.W. Norton & Company, 1983

Dejavú


Si bien es cierto que el mismo drama sería casi imposible que pudiera ocurrir dos veces, irónicamente como en muchas ocasiones a mi si me pasa. Es como volver a ver la misma película con la diferencia que en ninguna de las dos ocasiones he llegado a ver el final. 
Me volví a encontrar con la misma escena y en las mis circunstancias, en aquella ocasión lloré mi desgracia por fuera, en esta ocasión fue por dentro. 
Ver a aquel hombre sin bata blanca decirme que la cronicidad tiene tiempos y sus propios argumentos me hicieron pensar que de nuevo hay que hacer cambios, que de nuevo el tiempo se reduce y que las circunstancias o las condiciones para vivir deben de cambiar. 
Escuchar las complicaciones, el paquete de medicamentos y cómo esta situación puede afectar mi estado anímico, explican y me dan todos las justificaciones para entender qué ha pasado en los últimos meses. No cabe duda, los fuertes podemos y por ello recibimos más circunstancias complicadas con las cuales aferrarse a esta vida llena de contrastes. 
Explicaba también que mi torpeza no es voluntaria, que mis movimientos son sólo el estímulo de un sistema nervioso "autónomo" no tan autónomo. Esfuerzos involuntarios cargados de alteraciones sintomáticas que contribuyen a perturbar mi calidad de vida y a generar angustias innecesarias. 
Bien decían por ahí, todo parece indicar que el 99% de las condiciones en las que vivimos son netamente orgánicas, quizá sólo sea necesaria una pastillita para la felicidad.    

martes, 18 de diciembre de 2012

Eres una Zanahoria, un Huevo o un Grano de Café?


Eres una Zanahoria, un Huevo o un Grano de Café?
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. Cada vez que solucionaba un problema, aparecía otro. No sabía cómo hacer para seguir adelante. Estaba cansada de luchar y consideraba darse por vencida.
Su padre era un chef y la llevó al restaurante donde trabajaba. Allí, sin decir
palabra, llenó tres recipientes pequeños con agua y los colocó sobre el fuego. En cuanto que el agua hervia, colocó una zanahoria en uno; un huevo en otro, y unos granos de café en el tercero.
La hija esperó pacientemente preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos, el padre apagó el fuego. Sacó la zanahoria y el huevo
y los puso en un plato. El café lo dejo en el recipiente.
La hizo acercarse y le pidió que tocara la zanahoria y notara como era. Ella lo hizo y vio que estaba blanda.
Luego le pidió que rompiera la cáscara del huevo y notara como era el huevo. Ella lo hizo y vio que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma y sabor.
Su hija le preguntó: "¿Qué significa esto, Padre?"
El le explicó: "Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de manera diferente:
La zanahoria llegó al agua fuerte y dura; pero se volvio blanda y débil.
El huevo había llegado al agua frágil, protegido solo por su cáscara; pero se
volvió duro.
Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua
hirviendo, habían cambiado el agua.
¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija.
"Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Cómo eres tú?
¿Eres como la zanahoria que con la adversidad de una separación o un
despido te vuelves débil?" O ¿Eres como el huevo que comienza con un corazón blando y espíritu fluido, pero después de una muerte o un divorcio;
te vuelves duro y rígido? ¿O eres como un grano de café que bajo la
adversidad saca su mejor esencia y enriquece su Ser y su vida?

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Cuando de realidades se trata nena, no hay objeción alguna


Hace mucho que no subía una imagen al blog, pero esta y el título de una persona poco  conocida, pero que inspira, lo compartió en su facebook. 

Quisiera reflexionar al respecto. 

Si bien cuando la realidad es más que evidente, ¿que tanto realmente se puede llegar a confiar?. Podemos entregar la piel y más allá de ello con la única intención de que no queden heridas sangrates. Me conformo con las cicatrices o tatuajes, siempre y cuando ayuden a explicar aquel momento. 

Es inevitable confiar, y siempre es inminente la desconfianza. 

WB 






domingo, 9 de diciembre de 2012

Carta a la soledad

Estimada Soledad:

Hola, hoy domingo vuelvo a saludarte, y ¿qué crees? en todo el día pretendí no hacerte caso. Estuve buscando sin éxito alguien con quien compartirte, pero ¿que crees, otra vez?, nadie quiso compartirte. ¿Será porque eres cruel y despiadada? o quizá ¿te empeñaste en que nadie nos separara?

Fíjate que a menudo te recuerdo y hasta te hablo, y sin embargo, me eres indiferente. Por algún motivo, he sido tolerante, y creo que llegará el momento que como en cualquier relación nos separemos y vayas a encontrar amor en otros lugares. 

Tu sabes!! Nada en esta vida es para siempre, simple y sencillamente debemos guardas a veces las distancias si queremos llevar una relación en paz. 

lunes, 3 de diciembre de 2012

Acumulación de adrenalina

Y si, justo como mi amiga Ruth lo describió perfecto, estoy viviendo una acumulación tremenda de adrenalina, yo pensaba que era la falta de sueño, pero no, sólo es el deseo incansable de vivir y seguir viviendo.

Ahora me pregunto, tengo suficiente tiempo para hacerlo o un día de estos acabaré tendida en el pavimento, lo más curioso es que yo no creo que llegue a pasar, me considero demasiado fuerte y demasiado sagaz como para que esto ocurra, sin embargo, sí creo estar tomando riesgo que de repente no contemplo y que de repente no quiero tomar.

En estoy días quiero llorar, quiero brincar, quiero saltar al vacío y desaparecer, estar con ellas, con esas amistades que me han hecho tan feliz y que me han hecho olvidar lo mucho que he sufrido. No obstante, cuando se trata de recordar si realmente he sufrido regreso a mi y digo, ¿que va? dentro de todos soy tan feliz que no quisiera alejarme de esta sensación de felicidad.

Amigas, muchas, compañeras de viaje pocas, amigas comprensivas menos y sigo aquí contándolas con los dedos de los pies y así seguimos con la ganas de avanzar y de encontrar esos seres con los que vale la pena despertar y seguir viviendo .

domingo, 2 de diciembre de 2012

Utopías de sentirme bien

Y aquí estoy de nuevo frente al teclado tratando de explicarme con mis propias palabras los acontecimientos más sutiles. 

Bien, una semana cansada, llena de actividades relacionadas con el trabajo y un fin de semana de fiesta y dolor de estómago. Vuelvo a repasar la semana del dolor y concluyo que es inherente a mi y que quizá no me deje en paz por mucho tiempo. 

Vuelvo a mis orígenes y recuerdo que siempre fui la vulnerable, aquella que siempre fue protegida y cuidada, y ahora soy la más libre y solitaria.

Si hay una fuerza que me levante, que esa misma fuerza me mantenga y me derribe, yo sólo debo ser sensible a los estímulos.