Confesiones detrás de una pared

Hoy corrí a mis rincones, me refugié de nuevo en el teclado y vuelvo a escribir...

Quisiera desahogar mi frustración por el efecto que causó en mi el hecho de que alguien me confrontara de nuevo. Qué manera tan sutil de hacer daño y al mismo tiempo qué manera de sacar de mis entrañas la verdad de mis sentimientos. Ella no sabe que le escribo, no sabe que cada vez que me remueven esos temas de la infancia y de mi soledad me hierve la sangre de tal manera que vuelvo a huir. Sin embargo, descubrí muchas cosas de mi personalidad que no había comprendido, como el construir mecanismos de defensa, manipulación y ansias de gritar. Uuuf, qué difícil es reprimir estas sensaciones que quizá sólo un profesional pueda soportar. 

Todo el día me quedé pensando, sin embargo, no me quitó el sueño; ya que venía de una fase de diversión desmesurada que provoca el ruido, la música, el alcohol y las drogas. ¿Drogas? Sí, drogas, esas que te hacen bailar hasta las 6 de la mañana, te hacen sentirse fuerte, no sentir dolor y siempre sonreír. Quien lea, puede estar seguro que como dicen los adictos, "esto esta totalmente controlado". Mentira, no lo está, jamás lo ha estado ni lo estará. Por fin, un lugar donde ser yo, un lugar donde no cabe la frustración, no cabe la sensación de vacío y no cabe la sensación de maldad ni mucho menos de rabia. 

¿En qué momento llegué a ese punto? No lo sé. 

Varios años me contuve, quise saber, quise experimentar y quise vivir. Sé que no es la mejor manera, pero ¿quién se atreve a juzgar?. Los que se atreven, seguramente viven una vida infeliz y cubierta por puros engaños morales que rodean su familia y sus amigos, nadie es completamente auténtico, nadie. 

En fin, no se crean todo lo que escribo, a veces todo es producto de mi imaginación. 

Mundo

De repente, un día me encuentro aquí. En auténticamente cuatro paredes de un rincón que parece romántico y algo fugaz. Sin embargo, me detengo un segundo y me digo a mi misma que me siento feliz de estar aquí.

Por años pensé que no lo soportaría, no obstante, enfrentarme a mi misma ha sido el reto más grande. Enfrentar a mis demonios y convencerlos de que no boicoteen mis acciones ni mis decisiones por más humildes y tontas que parezcan.

De momento, pienso en regresar a terapia pero confirmo que sólo es el significado de necesitar hablar con alguien. Creo (y espero no equivocarme) que mis demonios ya están tranquilos y que suelen solamente necesitar una fuerte dosis de cualquier droga para no tener que mandarlos a terapia.

Se acercan fechas y momentos importantes, fechas en las que pondré realmente a prueba mi capacidad de adaptación. En un año la enfermedad empañó la Navidad, en otro una separación, sólo espero que esta vez no sea la soledad.

Pregunta (Capítulo 11924)

11924 días más, días menos son los que he vivido. 14 años viví con mi familia y de ahí en adelante me la he pasado de casa en casa, de proyecto en proyecto y de sueños en sueños. 

A estas alturas me pregunto: ¿Que hay de malo en vivir así? ¿A quién le importa?. Quizá no haya nadie a quien tenga que importarle, con que para mi sea importante, es suficiente. Pero a siempre digo ¿a quien engaño?, me gustaría que a alguien le importara y que dijera: estaré contigo y te acompaño en esta aventura. No obstante, vuelvo a reconsiderar y me pregunto de nuevo: ¿Soy muy egoísta? ¿debo condenar a alguien a vivir así? ¿podría alguien condenarse solo? jajaja. Creo que me volveré loca. 

Muchos días, muchas horas, muchos momentos de soledad, muchos momentos de cuestionarme a mi misma y muchas razones para hacerlo. A veces llego a la conclusión que soy yo la que no sabe cómo hacerle para convivir con alguien más, tiendo a aislarme a autocuestionarme a detectar primero los errores en lugar de las virtudes. Cuando lo he hecho al revés salgo perdiendo y me olvido de mi misma y mi virtud de complacer a los demás pronto se vuelve un autoboicot tonto que me deja pensar y termino huyendo. 

Cierto, soy de las que evitan el conflicto, me salgo sin avisar, no soy paciente, no estoy acostumbrada a recibir órdenes, tengo miedo de enfrentar mis miedos (que tonto sonó eso) pero es verdad. 

Finalmente, regreso a las preguntas: ¿quien soy ? ¿a donde voy? y ¿con quien?....sigo en la primera. 

De intelectual a un poco loca

Termina esta semana, yo con un cuerpo decadente y una mente fría en los objetivos. Es una sensación un poco radical de continuar y continuar, dormir poco y pensar mucho. 

Me refugio en mis contactos (así se llama a los que no son amigos), porque los que son amigos te buscan y te invitan un trago o un café. Me refugio en mi música  y me refugio en mis lecturas y en mis sueños de un mejor lugar para la diabetes y para la espondilitis. 

Al final de la semana, resulta que todo salió muy bien, la exigencia autoimpuesta fue cumplida, no falté a nada, no renuncié a nada y si me quedo con muchas notas de reflexión en donde incluso en algunas estuve nombrada por mis amigos. 

¿Qué semana? ha sido determinante en mi toma de decisiones, en mis emociones y en mi futuro que como siempre no lo visualizo demasiado largo. 

Me estoy divorciando a los 30, envejeceré a los 35 y moriré a los 40. Hagamos las cosas bien. 

Viva la Mujer

Viva la Mujer (de Raúl González Pavía)

de Raúl Armando, el El Viernes, 11 de noviembre de 2011 a la(s) 11:25 ·

‎"Viva la mujer" (RGP)

Viva la mujer que no ve al hombre como un enemigo a pesar de que algunas veces nos canten unas cuantas verdades, pues comprende que emanciparse del machismo significa algo más que poner al hombre a trapear el baño o cambiar el rollo de papel cuando este trágicamente nos lo acabamos.

Viva la mujer que es endiabladamente seductora, a pesar de sus bien definidas patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que adorna a algunas sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales y no el plástico que anuncia las revistas, si no hermosamente reales.

Viva la mujer que no despierta en la madrugada o interrumpe a la mitad de la película para preguntar “¿qué piensas?” por qué no le interesa lo que estás pensando, ella tiene algo mucho más importante e interesante en su cabeza.

Viva la mujer que no da vueltas alrededor tuyo porque no quiere mirar un partido y quiere hacértelo saber, si no se pone a hacer algo que ella quiere hacer y que generalmente es más interesante o importante. 

Viva la mujer que sabe decir “eres un imbécil” “eres un patán” o “eres inteligente” “eres lo mejor” pero lo dicen sabiendo la diferencia con toda la honestidad del mundo si así lo sienten.

Viva la mujer que no pierde su tiempo haciendo una escena de celos si no inteligentemente cuando nos cacha en la jugada, nos planta un beso de esos que dejan sin fuerza ni voluntad, y nos hace olvidar que existen otras mujeres en el mundo.

Viva la mujer que sabe combinar el feminismo con el ser femenina.

Viva la mujer que no agota su esfuerzo en demostrar que es mejor que el hombre, si no que se ríe internamente sabiendo que nosotros jamás podremos estar a su nivel de fortaleza ni a como querer, llorar, amar, perdonar, olvidar e incluso lastimar como solo ellas lo pueden hacer.

Viva la mujer que ha fallado y cometido mil errores y que le han roto el corazón una y otra vez, pero siempre encuentra la fortaleza y la sabiduría para salir adelante y con la mínima inversión de algunas cuantas lagrimas para poder respirar mejor, tomar fuerza y volver a intentarlo.

Viva la mujer que es madre soltera y que hace el papel de mami, papi y hasta santa Claus en Navidad, y la que es madre sin tener hijos propios, la que es tía consentidora e incluso sin ser parientes, la abuela que crece a sus nietos y se convierte en el corazón más grande que conocemos y que más lloramos cuando se nos va.

Viva la mujer que lleva en sus labios la magia de curar todo y que lleva en su vientre el milagro de la vida.

La mujer no nace siendo mujer, la mujer nace siendo una niña que falla muchas veces, pero que aprende rápidamente, todo esto no se compra con una cara bonita ni se obtiene con un cuerpazo, ni lo hace un cirujano, se gana con los años y mientras más pasen más hermosas se vuelven, porque la belleza se acaba pero la mujer hermosa se perfecciona con el pasar del tiempo.

Yo estoy muy orgulloso de la mujer, porque tuve una abuela que luchó hasta los huesos para sacar adelante a mi papá y mis tíos, porque tengo una mamá que sin levantar la voz ni perder la cordura gana todas las decisiones en casa, porque tengo dos hermanas que han sido mi ejemplo más cercano de cómo debe de ser una mujer fuerte, trabajadora, cariñosa y buena esposa, porque tengo una sobrina que a pesar de su corta edad hace y deshace más que sus primos mayores, y porque tengo incontable número de familiares y amigas que día a día me demuestran a mí y al mundo que el sexo débil no son ellas.

Y ¿por qué no? Viva también el hombre que sabe reconocer y valorar a una mujer.

Dedicado a todas mis amigas, primas y tías, pero especialmente a mis hermanas Lucely González Pavía e Irene González Pavía y a mí mama aunque no tenga FB

Que hay de malo en...

Soy fatalista....y? Estoy harta de fingir que no sufro, estoy harta de no decir lo que siento, harta de demostrar que soy fuerte y que mi vida es muy feliz y dichosa. ¿Cuánta mentira he dicho últimamente? Quizá Dios me castigue por no luchar, o quizá sólo me este provocando el perder la paciencia. 

Estoy harta de querer encontrar a alguien perfecto o diferente al que anteriormente me hizo sufrir, estoy cansada de luchar y de seguir avante. Cuando camino quiero rebasar y siempre llegar primero. Es una sensación interminable de locura disfrazada con cordura y envuelta constantemente en lágrimas secas que no salen porque llorar sólo significa debilidad. Ba!!! ¿que más da que alguien me vea llorar? Soy tan horrible haciendolo que ni yo misma me soportaría. 

Estar pasando por una situación de vulnerabilidad ante una rutina espantosa de buscar seguridad, de evitar que me exploten y hacer las cosas bien, ¿que dilema? Es absurdo. 

Desear con todas mis fuerzas estar con ahí, platicar, charlar tomar un café, quizá drogarse y aventarse de un paracaídas no puede significar más que un deseo compartido y una necesidad absoluta. 

¿Qué pasa?... me pregunto, será que estoy en el lugar incorrecto, equivoqué el rumbo o sólo es una estúpida prueba más y es la causa de mis desvelos. Antes dormía tranquilamente, tenía una rutina menos tonta, quizá con más emociones y cualquier cosa que se saliera de la misma era significado de aventura. 

Hoy experimento, pruebo, degusto y sigo sintiendo el mismo sabor, el mismo sabor a rabia e impotencia que día con día me tortura y me hace preguntarme qué hago aquí y porque sigo acompañada de mis fantasmas y de mis estúpidos demonios que me torturan. 

A veces quiero escapar, correr, huir y subir una montaña, contemplar el universo y jamás bajar. A veces pienso que todo es producto de mi maldito EGO frustrado de no estar quizá en el lugar donde realmente quisiera estar. 

¿Quién piensa en mí?....me pregunto. ¿Quién? ¿Será un amigo o amiga? ¿Será que de verdad el motivo por el que no duermo es porque estoy viviendo en el sueño de alguien?  ¿Serás tú? Le pido a ese alguien y que por favor se tome una caja completa de tafil y me deje en paz. 

Ok, me siento descargada, la botella de vino se agotó y One republic ha dejado de cantar APOLOGIZE .

Tremento Ba, disfrazado de un ME VALE MADRES. 

Amanece cruelmente

Amanece cruelmente
 

Todos los días despierto hirientemente dos minutos antes del sonido de una alarma programada a las 5:30am. Con mirada absurda, miro el reloj y observo que efectivamente marca las 5:28am, me fijo también que el tiempo ha pasado demasiado rápido y suelo quejarme por haber dormido poco y por intentar regresar a la cama aunque este vacía.  Sigo preguntándome el motivo de mis desvelos, pero nunca encuentro las respuestas, prefiero cambiar las preguntas y me planteo: ¿qué pasaría si un día no despierto? ¿quién se dará cuenta que el despertador esta sonando y que el reloj no se detiene? ¿quién sabrá lo último que escribí?.

Luego pienso que son preguntas absurdas y fuera de sentido, sin embargo, estas mismas preguntas son quizá las causas de mis desvelos, esa sensación de no querer dormir y siempre despertar.