11924 días más, días menos son los que he vivido. 14 años viví con mi familia y de ahí en adelante me la he pasado de casa en casa, de proyecto en proyecto y de sueños en sueños.
A estas alturas me pregunto: ¿Que hay de malo en vivir así? ¿A quién le importa?. Quizá no haya nadie a quien tenga que importarle, con que para mi sea importante, es suficiente. Pero a siempre digo ¿a quien engaño?, me gustaría que a alguien le importara y que dijera: estaré contigo y te acompaño en esta aventura. No obstante, vuelvo a reconsiderar y me pregunto de nuevo: ¿Soy muy egoísta? ¿debo condenar a alguien a vivir así? ¿podría alguien condenarse solo? jajaja. Creo que me volveré loca.
Muchos días, muchas horas, muchos momentos de soledad, muchos momentos de cuestionarme a mi misma y muchas razones para hacerlo. A veces llego a la conclusión que soy yo la que no sabe cómo hacerle para convivir con alguien más, tiendo a aislarme a autocuestionarme a detectar primero los errores en lugar de las virtudes. Cuando lo he hecho al revés salgo perdiendo y me olvido de mi misma y mi virtud de complacer a los demás pronto se vuelve un autoboicot tonto que me deja pensar y termino huyendo.
Cierto, soy de las que evitan el conflicto, me salgo sin avisar, no soy paciente, no estoy acostumbrada a recibir órdenes, tengo miedo de enfrentar mis miedos (que tonto sonó eso) pero es verdad.
Finalmente, regreso a las preguntas: ¿quien soy ? ¿a donde voy? y ¿con quien?....sigo en la primera.
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