lunes, 11 de junio de 2012

Déjà vu

A mis 14, emprendí el primer vuelo, el destino una carrera universitaria con patrocinio público y grandes sueños de conocer y aprender. A mis 32 despego de nuevo, sólo que ahora en busca de un logro profesional, pretender destacar y con patrocinio propio. 


Vuelven a mi mente los días de carencias, los días de soledad y los días de disfrutar la libertad y de conocer y aprender de nuevo muchas cosas en la ciudad más grande del mundo. 


Afortunadamente, la vida me sonríe y todo va marchando mucho mejor de lo que me imaginé. Encuentro buenos amigos, encuentro familias sólidas y encuentro una población que ante sus problemáticas se levanta todos los días para trabajar y disfrutar un café aunque sea de una tienda de conveniencia. 


Me encuentro con un trabajo con grandes retos, donde se pone a prueba mi paciencia, mi diplomacia y mis capacidades previamente experimentadas. Es un trabajo lleno de satisfactores, que sin duda mantendré con mucho cariño. 


Por otro lado, me enfrento a pruebas, me enfrento a la adrenalina pura de un encuentro sin sentido en donde yo no pedí involucrarme. Sin embargo, el echar mano de mi radicalidad me ha fortalecido y me ha permitido distinguir cada uno de los riesgos. 


Sólo hace falta iniciar un deporte, continuar leyendo uno de los mejores libros y no dejar de ser quien soy. 


WB.



No hay comentarios:

Publicar un comentario