martes, 31 de julio de 2012

¿Amigos? ¿amantes? pero nunca una pareja

Este post surge por la última conversación que tuve con mi ex (le llamo ex porque pensé no volver a escribirle). Primero fue una charla difícil, llena de reproches y de resentimientos, el ir y venir de tratar de explicar una separación dolorosa, drástica y bastante dramática. 


Finalmente, entendí muchas cosas, entendí el chantaje, la desesperación y la manipulación. Por años el estilo fue el mismo y aunque uno no se da cuenta, el mecanismo es recíproco, nos comportamos así por naturaleza, nos adentramos tanto en una relación que no medimos las consecuencias y que un vaso debajo de una gotera siempre puede rebosar. 


Por otro lado, me doy cuenta que ya cuento con la fortaleza necesaria como para no quebrantarme ante estas situaciones, pero sobre todo de poder detectarlas y afrontarlas como debe de ser. Alterarse es una alternativa, sin embargo, a veces es necesario para hacer callar a un niño que llora y necesita una voz fuerte y después palabras de consuelo.


Momentos después se vino una plática muy hermosa como la que nunca habíamos tenido, de esas charlas en donde las palabras fluyen sin pensarlas tanto, un espacio realmente reflexivo y con las emociones a flor de piel, en donde lo único que se aporta es hacer el bien al otro y generando un espacio mutuo de paz y tranquilidad. 


No me queda más que agradecer el momento, la disposición y la felicidad que implica el poder hablar, el poder hablar en un tono netamente cordial. 



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