lunes, 16 de julio de 2012

Caperucita roja

Este post va dedicado a una de mis mejores amigas, que debo reconocer que me confunde. 


En los últimos meses nuestra amistad se ha fortalecido, sin embargo, siento que lleva puesta una coraza que nos se atreve a romper. Se ha formado un carácter fuerte y quizá hasta agresivo, no obstante, me ha demostrado su sensibilidad a partir de ciertos sucesos emocionalmente importantes. 


Todos los días me levanto y me pregunto cómo estará, todos los días me pregunto si estará bien, todos los días pretendo que me responda un mensaje de texto. 


Nos hemos divertido mucho, hemos bebido juntas y la vida nos ha permitido que tengamos algunas aventuras ( en el buen sentido). 


La intensidad de las emociones la invaden, pero no deja de sorprenderme que ante el mundo es una y conmigo es otra. 


La quiero y respeto mucho y mis prueba más grande ha sido no haber caído ante la tentación de un lobo. 

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