Todos los días intento explicarme porque estoy aquí, será que estoy haciendo lo correcto. El trabajo es un desastre, una persona se fue porque quise hacer bien mi trabajo, un grupo de gente que está a mi alrededor se asusta cada vez que pregunto algo y cada vez me doy cuenta que no saben las respuesta.
En casa, un departamento hermoso, uno de los mejores sitios para vivir, una de las mejores compañías que pudiera esperarme y un excelente ambiente que jamás imaginé.
Amigos, muchos y por todas partes, gente nueva que me brinda su apoyo y su cariño y gente que desconozco que aún esta por sorprenderse.
Sin embargo, muchos momentos de estar conmigo, muchos momentos de pensar y pensar, y siempre me pregunto si es así como debería estar.
Sé que en mi otra vida, ahí está él, quizá esperando, quizá amando y quizá respetando y curiosamente aún sigue en mis sueños. No obstante, en mis ratos de dolor, se aparece y lo único que quiero es separarme de él, olvidarlo y no pensar.
En verdad, nunca me imaginé un fracaso, sobre todo nunca pensé en ser yo la que pusiera límites, no obstante, era necesario.
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