domingo, 20 de enero de 2013

Ilusionarte

El día de hoy vuelvo a escribirte, después de casi un año de no hacerlo. Regresas a mi mente porque en algún momento de mi historia pretendí  que fueras diferente, creo que me enamoré de una ilusión, vi en ti a alguien que deseaba que fueras y que aún no conozco. Miro tus fotos, te contemplo de nuevo como cuando dormías y me imaginaba a aquel hombre ansioso y fuerte; justo como yo lo quería ver. 

Después de este tiempo confirmo que ese hombre sólo estaba en mi imaginación, esa imaginación imparable que me caracteriza y que quizá biológicamente explica el porqué soy así. 

Duele, duele pensar que caí en una trampa, esa trampas que uno mismo se coloca de un modo inconsciente y que solía darme cuenta de ello justo cuando despertabas y me daba cuenta que no eras como yo te imaginaba. 

Es curioso, siguen pasando los años, ahora sólo miro tus fotos, vuelvo a recordar cuando dormías y vuelvo a imaginarme las mismas escenas. Ahora la que despierta de la ilusión soy yo, contemplo a mi alrededor, ya no te miro durmiendo, insisto, sólo veo tus fotos y ratifico todos lo días que las ilusiones nunca se hacen realidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario