viernes, 25 de noviembre de 2011

Alma matter



El día de hoy andando por la Facultad de Medicina de la UADY vienen a mi tantos recuerdos. Uno de ellos fue el proceso de selección, las filas interminables para alcanzar un lugar, los libros abiertos en el pasillo cuando solía estudiar para un examen, las batas blancas y las prisas por entrar a una clase o salir de ella. Toda una serie de recuerdos hermosos y nostálgicos que vienen a mi mente.

Este espacio fue un lugar cargado de sueños, cargado de esperanzas, cargado de saberes y actitudes como estudiantes que se fueron forjando para en un futuro ser un profesional. No es posible olvidar también ver a Doña Conchi que solía regalarme una taza de cafe del Laboratorio de Ciencias Fisiológicas y que al día de hoy sigue saludándome con una abrazo y no puede evitar un comentario de mi espacio físico que después de estudiante fue mi oficina.

En este lugar, crecí, conocí gente valiosa, maestros, amigos pacientes, compañeros de trabajo, gente que significó muchas cosas importantes para mi. Sin embargo, la parte triste que se suele sentir es un ambiente frío, tenso....debo reconocer que se siente cierto temor. Los miedos son provocados porque también fue un lugar donde sufrí mucho por la indiferencia de la gente, por la falta de respeto y por la falta de congruencia de principios.

Hoy, reconozco que aunque pudiera no me sentiría cómoda de trabajar aquí, siento que la "mala vibra" se apodera de mí y me mantendría a la defensiva.

Cuánta nostalgia y cuánta ansiedad.

WB

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