martes, 21 de junio de 2011

Wendy Bencomo

Wendy Bencomo. Mujer con Espondilitis Anquilosante, no puedo decir más ahora. El dolor es muy intenso.

6 comentarios:

  1. Wen,encontré algo para pensar y pensar...

    A VECES TE CANSAS TANTO DE PENSAR (PRIMERA PARTE)

    A veces te cansas tanto de pensar, de darle mil vueltas al asunto y no saber lidiar con lo que te enfrenta el destino. La vida no es aquello que nos prometieron alguna vez. No es nacer, crecer, sonreír, mirar al cielo y disfrutarlo. No es seducir al destino. No es eso. La vida se trata más bien de intentar sobrevivir en un mundo de extraños que rara vez nos ofrecen la mano. Es quizás más acertado decir que intentamos seducir a la muerte, que aunque nos ofrezca toda una vida de ventaja puede que en cualquier momento decida llevarnos de este mundo. Nadie me aviso que tendría que tomar decisiones precipitadas, que cometería miles de errores, que conocería a personas que desearía no haber conocido, que me ha dolido no ser quién planeaban que sería.
    Es tonto pero a veces encontramos en las personas que más daño nos hacen: una esperanza, un impulso para levantarnos más fuertes que nunca, nos demuestran cuan fuertes podemos ser. Nos revelan aspectos de nuestra personalidad que jamás hubiésemos imaginado siquiera que teníamos.
    ¿De dónde venimos?¿Quienes somos?¿Qué queremos?¿Hacia dónde vamos? Nos enamoramos de la tragedia, del vacío eterno, del caos inminente, de la insulsa vida.
    Todos tenemos un límite, las heridas son cicatrices de guerra. Pero el dolor cesa con el tiempo. Es necesario aprender que para sanar una herida, hay que dejar de tocarla. Necesitamos valentía, coraje pero sobre todo amor a la vida para seguir adelante, a pesar de todo aquello por lo que hemos pasado.
    ¿Cuántas veces hemos sido victimas? ¿Cuántas más hemos sido victimarios? Cuando aprendamos a no proyectar nuestros miedos e inseguridades insultando a los demás seremos libres. ¿Pero por cuánto dolor tendremos que pasar para aprenderlo?
    Yo he sufrido esa ansiedad, esa desesperación, ese miedo de querer formar parte de un grupo y he sido rechazada. Ese rechazo te duele como si te clavaran mil cuchillazos en todo el cuerpo, ese dolor te hiela el alma.
    Me he enamorado de personas que no me quieren por lo que soy, me he enamorado del desorden. He elegido el caos. He deseado con todas mis fuerzas ser transparente y lo que he logrado es volverme invisible...

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  2. A VECES TE CANSAS TANTO DE PENSAR (SEGUNDA PARTE)

    La gente es cruel. Cuando alguien es diferente le disparan con miradas lascivas, lo colocan en el pedestal del rechazo, lo juzgan sin saber que quizás esa persona tiene tantos problemas que ni siquiera se da cuenta que lo están mirando.
    Esa dualidad que lamentablemente existe en absolutamente todas las cosas nos enferma. Esto es negro, aquello es blanco. Eso esta bien, eso no esta bien. Él es hombre, ella es mujer. El es fresa, el es naco. Ella es gorda, ella es demasiado flaca. El es inteligente, el es tonto. Ella es bonita, ella es horrenda. ¡Cuántos prejuicios carajo! ¿Acaso no existe una diversidad de tonalidades entre el blanco y el negro de grises hermosos? ¿Acaso las etiquetas no deberían ser sólo para la ropa? Nuestra existencia se debe a un concurso, a un sino. Fuimos el primer espermatozoide en entrar al óvulo. Pudiendo entrar otros miles. Por esa simple razón somos inteligentes, somos hermosos, somos lo mejor. La doble moral con la que vivimos y a la que estamos tan acostumbrados resulta una enfermedad social casi crónica que debemos combatir con acciones reales y contundentes. Empezando por aceptarnos como somos y no dejar que nadie nos diga ¿cómo ser? O ¿qué pensar?
    Nadie pidió ser diferente. Pero lo mejor es lo original, lo distinto… esas diferencias es lo que nos concede el poder de encontrar un sin fin de almas igualmente originales y bellas. Tenemos que agudizar nuestro panorama, tenemos que aprender a ver esos detalles, enfocar más nuestra mirada para poder encontrar a esas personas que pueden pasar desapercibidas, pero que existen y que tienen para ofrecernos una riqueza de ideas, opiniones, experiencias a las que no estaríamos acostumbrados si no estuviésemos tan ocupados intentando ser alguien que no somos.
    La felicidad no es para cobardes, se requiere osadía, atrevimiento, entereza de gritarle al mundo: ¡Hey aquí estoy soy un ser humano, quizás no soy como tú, pero también valgo y también cuento!
    ... Aída M. Castillo (Universia).

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    1. Se que estas cosas a todos nos pueden hacen reflexionar y valorar mucho más todo lo que nos podemos imaginar de nuestra vida y de la de los demás...

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  3. Gracias Andrea, una de las mejores historias que he leído. Gracias por compartírmela y mucho más que haya sido en mi blog. Seguimos en la lucha, si estamos conectadas y nos conocimos sin duda Dios tiene un propósito para tí y para mi. Un abrazo.

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  4. Caminando por el sendero de la meditación, encontré algo más...

    Conviértete en Buda y desde ahí todo cuanto hagas y elijas estará bien. Practica la renuncia (el apego), te gusta la renuncia? la renuncia , te lleva al vacío (de necesidades, de miedos), de ahí vas al desapego y comprenderás la impermanencia ( incapacidad de la realidad de mantenerse en un mismo lugar, estado o calidad) del universo. El sufrimiento viene de la ignorancia, la comprensión de la impermanencia te libera de la ignorancia, de la ignorancia de la pureza que somos dentro (encontrarnos, reencontrarnos porque siempre hemos sido perfectos, con lo que en realidad somos es lo que nos da la paz en la mente y la felicidad).
    Tomado de una entrevista al Lama Lundrup (Tíbet).

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