domingo, 22 de julio de 2012

Sin título...

Intento escribir, pensar, escribir y dormir y no puedo. Me doy por vencida y mejor pongo mis manos sobre el teclado y dejo que se muevan mis dedos al son de una canción que se llama "Te extraño" la canción más impertinente y tonta que puedo estar oyendo, no obstante, ahí esta, me gusta el sonido, trato de entender la letra, trato de no hacer y caso y solo presto atención al sonido de mis dedos sobre el teclado y me doy cuenta realmente de lo rápido que puedo llegar a escribir cuando estoy enojada y cuando no quiero pensar. 


La verdad es que sí digo mentiras, estoy pensando en tí, estoy pensando en los años que pasamos y las cosas que pasaron que actualmente me hicieron alejarme de tí. Lamento decirlo pero en este punto sí estoy arrepentida, no quiero verte, no quiero saber de tí, no quiero pensar que hubiera sido de mi vida sin tí. 


El día de hoy llegué a una conclusión, jamás quise ser madre, creo que realmente no es algo que se encuentre en mi ser, al menos, no lo experimenté contigo. Creo que instintivamente la naturaleza me premió en no darte un hijo porque sabía que ya era demasiado el tener que cargarte a ti también y afortunadamente comprendió que iba a ser demasiada mi carga en donde además la columna no era el mejor soporte. 


Sigo escribiendo, mis dedos no pueden detenerse, hay tantas cosas que quisiera decirte, tantas como que siento tanta rabia, siento una rara sensación de insatisfacción de no saber cómo llegué a arriesgar tanto mi seguridad, mi salud emocional y física. Al final de cuentas sólo demostrarte inmadurez y la incapacidad de demostrarle al mundo que todavía podías, bueno, en realidad sí demostraste que eras incapaz. 


Todos los días, rogaba al cielo que me permitiera tener claridad y lucidez para tomar las mejores decisiones, mis súplicas fueron escuchadas y a tan solo dos años de convivencia fueron suficientes para darme cuenta que estaba en el lugar equivocado. Hoy volteó hacia atrás y me doy cuenta que la situación realmente fue más prolonga, sin embargo, no me dí cuenta. 


No obstante, comprobé que Dios existe y ahora me permite ver la cosa con mayor claridad, eso no evita que duela, duele mucho, me hace llorar, me hace realmente sentir el llanto con la calidad de una película dramática. 


Ahora mis lágrimas, ya tiene un sentido, antes no las expresaba porque no entendía realmente que era lo que pasaba, ahora me doy cuenta que en realidad mi lágrimas significan que no quería ser madre, que mis peticiones fueron tomadas, me mandó a un hijo para intentarlo y descubrí que no puedo, y al parecer lo último último indica que tampoco biológicamente es sanamente posible. Insisto en la frase, ten cuidado con lo que pides que se puede hacer realidad. 


Desafortunadamente, para algunos, no nací con la fortalece que tiene una madre, no suelo sacrificar tanto, no suelo cuidar mucho, no suelo arriesgar mis sueños, trato de no prescindir de razón para tomar las decisiones. Es definitivamente más fácil ser niño que mamá. 


A expensas de todos los niños siempre son considerados vulnerables, siempre deben ser atendidos, siempre hay alguien que los protejan y siempre buscarán a alguien que les dé lo otros no pueden darles y peor aún no son capaces de cuidarse por sí mismos. 


Hasta aquí ya siento cansancio, mis ojos, no se cierran pero un dolor en el cuello me indica que ya debo descansar, que ya debo ir a mi cama vacía y tratar de soñar en que la estrella que siempre brilla iluminará mi amanecer cuando mis ilusiones sigan ahí y puedan hacerse realidad en la medida que yo y nadie más pueda. 


Hasta nunca

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