lunes, 18 de febrero de 2013

Cambio de género en mis letras, gracias a...

En honor a mis verdaderos amigos...

Evitaré el sufrimiento en mis letras, trataré de que mis dedos me lleven por un camino más florido y soleado en lugar de aquellos grises y nublados en los que solía escribir. Espero poder hacerlo con mayor facilidad a la luz del sol que a la luz de mis velas (y alguien por ahí dijo " eso sería lo ideal."Sosa, 2013) y escribir sobre aquellas sonrisas con las que convivo todos los días. 

Hoy escribiré pensando en alguien, que casi todos los días se sienta a mi lado...miento...en realidad yo llegué a su lado después de varios años de que ella ha estado ahí. Quién iba a decir que pude ser su jefa en años anteriores, sí, porque una tal Barrueta me llamó y entrevistó para el puesto y desde entonces dijo que tenía las aptitudes necesarias para desempeñarlo. Lo rechacé por el salario bajo y por la falta de compromiso de la institución en ese entonces por fortalecer mi profesión. 

En su lugar llegó otra, que por lo que entiendo es una muy buena amiga, y por lo que sé han vivido sucesos importantes en la vida de cada una que ha marcado y sigue marcando parte de sus vidas. En este sentido, esa persona que llego "en mi lugar" quizá tenga algo parecido a mi que no es precisamente la profesión. Creo que lo que hizo por ella, yo lo hubiera hecho más de una vez. 

Así es, que curioso ¿no?. Estas historias valen la pena contarlas. 

Cómo olvidar, un "se que te duele pero no sé cómo ayudarte"...palabras que llegan a lo más profundo del corazón y que hicieron que finalmente prestara atención ante las miradas observadoras de ese espacio reducido. Un ir y venir de comentarios y  muestras de interés genuino y auténtico que sólo son señales de cariño y respeto ante aspectos extraños de la vida. Inexplicables.  

Poco a poco te he ido conociendo y pretendo describirte, pero no a modo de psicoanálisis sino a modo de intentar describir a un amigo que te ha abierto el corazón para decir pero también para escuchar. Este intento por conocer a alguien hace que día a día haya un motivo más para levantarme, para hacer que el trabajo sea todo menos eso, hace que sea un espacio de convivencia y muestras del esfuerzo que cada uno hace por disfrutar lo que tiene en sus manos y que ese esfuerzo se vea traducido en beneficios para quienes en verdad lo necesitan y esperan recibir. 

Yo te admiro a tí por tu fuerza, por tu empeño en hacer las cosas bien y esa intensidad y honestidad que se puede notar porque soy quizá de las que más prestan atención. Sé que eres extremadamente sensible, que el dolor ajeno es algo con lo que luchas y que deseas que desaparezca, no obstante, reconoces que hay quienes sufren por que quieren y esa gente no te gusta. Eres capaz de escuchar con un cierto toque de indiferencia que a veces intriga, pero que quizá sea la mejor manera de confrontar a alguien como yo "que cree" ser lo suficientemente fuerte.  

No sé si alguien se haya atrevido a intentar describirte, discúlpame por permitirme estos espacios dedicados a tí. Quiero que sepas que has entrado a un pequeño círculo de personas a las que les tengo un enorme cariño y mi mejor manera de demostrarlo es escribiendo y tratando de dejar en el mundo algunas letras que lo constaten y que si algún día ya no estoy sentada a tu lado, sabrás que lo que escribo fue verdad y habrá evidencia de ello. 

Para algunos es absurdo, para otros tener estos detalles es demasiado fuerte, sé que hay gente que lo entiende, gente que no le encuentra malicia y gente que desearía que estos detalles fueran más frecuentes. 

Por todo lo anterior es que te comparto mi espacio, este espacio íntimo y discreto en donde no acostumbro a poner nombres completos, porque hay otra historia por escribir que explican las razones. Además, creo que estos pensamientos anquilosados son dignos de recordar y guardar en la mente y el corazón más que como lo hace un autor que exige regalías. 

Febrero 18 de 2013. 



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